OSEP BORRELL, EN SU SITIO

Luis María ANSON

Lo mejor del entorno de Pedro Sánchez es Josep Borrell. Excelente escritor, peso pesado de la política seria, conocedor profundo de la realidad catalana, el gran dirigente socialista no tolerará ninguna concesión que se pretenda hacer a los secesionistas lesionando el Estado de Derecho. Sánchez sabe que le exigirán pagar la factura por el apoyo en la moción de censura, gestionado con extraordinaria habilidad por Pablo Iglesias. Sabe también que Josep Borrell no es un adorno para disimular, que no aceptará convertirse en el maquillaje de la agresión a la Constitución, que es lo que está haciendo el presidente marioneta Quim Torra, el racista.

A Josep Borrell no le temblará el pulso para enfrentarse a cualquier veleidad monclovita en relación con el secesionismo catalán; tampoco le temblará para hacer una política independiente desde el punto de vista socialista. Por lo pronto, ha frenado el relevo de varias decenas de embajadores que dejó en marcha el Gobierno de Mariano Rajoy.

La larga experiencia en España y en Europa del nuevo ministro de Asuntos Exteriores, su acreditada moderación y prudencia, permiten confiar, incluso a los que de él discrepan, en que hará una gestión política firme ante el secesionismo catalán, flexible e inteligente en la defensa de los intereses internacionales de España.

Pedro Sánchez hace muy bien en descansar sobre el buen sentido de Josep Borrell, aunque sabe que de los 180 diputados que le apoyaron en la moción de censura más de la mitad fueron gestionados por Pablo Iglesias. El nuevo presidente consiguió, no sabemos a qué precio, los 5 escaños del PNV, que sumó a sus 84. Los 91 restantes se los debe al líder de Podemos. Pedro Sánchez se tambalea ahora avanzando sobre la cuerda floja en un auténtico ejercicio circense. Como no es Pinito del Oro, se puede caer en cualquier momento.

Luis María ANSON