viernes, 28 de septiembre de 2018

Juan Negrin


martes, 3 de abril de 2018


Juan Negrin

Juan Negrin


Juan Negrin
Nacido en Las Palmas de Gran Canaria el 3 de Febrero de 1889 y fallecido en Paris (en el exilio), el 12 de Noviembre de 1956, Juan Negrín fue jefe del gobierno de la Segunda República española, desde el año 1937 al año 1945.Profesor de Fisiología en la Universidad Central de Madrid e investigador de renombre en la misma disciplina, Juan Negrín está considerado como uno de los precursores de la bioquímica.

En 1929, se adhiere al Partido socialista obrero español y en 1931 fue diputado en las Cortes. Miembro del ala moderada que rechaza el marxismo, Juan Negrín no participa, sin embargo, en las disputas internas que enfrentan a reformistas y radicales. Esta neutralidad le hace ganarse el puesto de ministro de Economía y Hacienda en el gabinete de Francisco Largo Caballero, en septiembre de 1936, tras de la victoria del Frente popular.

Tras la dimisión de Largo Caballero el 17 de mayo de 1937, el presidente de la República, Manuel Azaña, le nombra primer ministro con la esperanza de reforzar así su autoridad frente a los sindicatos y a los anarquistas, aliándose con la burguesía y las clases medias. Trataba así de poner fin al movimiento revolucionario que se había creado e intentaba realzar una economía que estaba en crisis debido a la guerra en la que estaba sumida el país.

Negrín se decanta por una política económica y social moderada que agradaría a las democracias occidentales y que permitiría obtener su apoyo. Y se acerca poco a poco a los comunistas, basándose en que éstos niegan toda idea de revolución.

Así, Juan Negrín convence a Azaña a realizar una transferencia secreta de una parte del Tesoro del Banco de España a Moscú. En un principio, según Negrín, esta transferencia era necesaria para alejar el dinero de los nacionales. Pero se piensa que el fin real era pagar los equipos militares que la República debía comprar a la Unión soviética, que exigía pago anticipado.

Tras la caída de Barcelona, Negrín regresa a Madrid convencido del inminente comienzo de la Segunda Guerra Mundial y cree necesario luchar por mantener la guerra civil hasta que ésta dé comienzo, pero no recibe el apoyo de los militares, que quieren negociar las condiciones de la rendición del bando republicano, y de los anarquistas, que se mostraban hostiles hacia los comunistas. Poco después, Negrín abandona España y encabeza la cabeza del gobierno republicano en el exilio hasta 1945.

Juan Negrín ha sido uno de los personajes más controvertidos de la Guerra Civil Española. Al final de la contienda, de la guerra, el bando franquista lo ha considerado un traidor, mientras que el republicano, le ha echado en cara prolongar inútilmente la guerra y pactar con la Unión Soviética.

CATALUÑA

CATALUÑA

Torra, recibido con abucheos en el instituto que señaló a los hijos de guardias civiles

El exnuncio de Estados Unidos denuncia que el Papa ha montado una campaña de "calumnias sutiles"
Viganò acusó a otros miembros de la Curia de formar una "lobby gay" y encubrir las acusaciones de abusos sexuales contra el cardenal estadounidense.
LD/Agencias2018-09-28
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El Papa Francisco | Cordon Press
El exnuncio en Estados Unidos Carlo Maria Viganò, que aseguró hace un mes que el papa Francisco conocía las acusaciones de abusos sexuales que pesaban sobre el excardenal Theodore McCarrick, ha vuelto a criticar al pontífice, esta vez por guardar silencio.

"Ni el papa ni ninguno de los cardenales en Roma han negado los hechos que afirmé en mi testimonio. Qui tacet consentit -quien calla otorga- seguramente se aplica aquí, ya que si niegan mi testimonio, solo tienen que decirlo y proporcionar documentación para respaldar esa negación", afirmó Viganò en una carta publicada esta noche en portales como el estadounidense National Catholic Register o el español InfoVaticana.

"¿Cómo se puede evitar concluir que la razón por la que no proporcionan la documentación es porque saben que confirma mi testimonio?", añadió.

Viganò reiteró que Francisco sabía, porque él mismo se lo había contado, "lo perverso y malvado que era McCarrick en sus intenciones y acciones" desde 2013, unas afirmaciones para las que sigue sin aportar ninguna documentación que las apoye.

En esta línea, sostiene que "la falta de voluntad del papa para responder" a sus acusaciones "difícilmente concuerdan con sus llamadas a la transparencia y la construcción de puentes".

"Hace un mes que ofrecí mi testimonio, solo por el bien de la Iglesia", subrayó, al tiempo que dijo que su decisión de acusar al papa fue "dolorosa y seria".

Igualmente, en la carta también denuncia al papa Francisco por montar una supuesta campaña de "calumnias sutiles" en su contra, en referencia a frases recientes del pontífice, como cuando dijo que frente a quienes buscan el escándalo y la división, el único camino que hay que recorrer es el del silencio.

Viganò afirma que dispone de documentación para probar años de encubrimiento por parte del Vaticano de los abusos sexuales del cardenal McCarrick, pero no presenta ninguna prueba.

El pasado 26 se agosto, Viganò, de 77 años, pidió la renuncia del papa Francisco al asegurar que conocía desde junio de 2013 las acusaciones de abusos sexuales sobre McCarrick, destituido por el papa el pasado julio.

El arzobispo Viganò escribió una carta de 11 folios que fue publicada por algunos medios de corte conservador en varios países en la que además el prelado acusaba a otros miembros de la Curia de formar una "lobby gay" y encubrir las acusaciones contra el cardenal estadounidense.

El pasado julio McCarrrick, de 88 años, fue apartado del colegio cardenalicio y el papa argentino "dispuso su suspensión en el ejercicio de cualquier ministerio público, así como la obligación de que permanezca en una casa que le será asignada para una vida de oración y penitencia".

La carta de Viganò de hace un mes tenía fecha del 22 de agosto, pero fue publicada cuatro días después, mientras el papa se encontraba en Dublín para el Encuentro Mundial de las Familias.
Quim Torra, presidente de la Generalitat (Foto: Efe)
Jueves 27 de septiembre de 201815:44h
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El presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha sido abucheado este jueves a su salida del instituto El Palau, de Sant Andreu de la Barca (Barcelona), algunos de cuyos profesores fueron denunciados por incitar al odio por obligar a identificarse a los hijos de los guardias civiles que cursaban estudios.

La Fiscalía denunció en su momento a nueve profesores de este centro por, presuntamente, haber "humillado" a hijos de guardias civiles después de las cargas policiales del 1-O, aunque la causa ha sido archivada contra cinco de ellos y siguen como investigados los otros cuatro.

Torra, acompañado del conseller de Enseñanza, Josep Bargalló, ha visitado esta mañana el centro educativo, una visita que no figuraba en su agenda oficial de hoy.

A su entrada y salida del instituto, el presidente catalán ha sido increpado por varias personas -algunas de las cuales portaban banderas españolas- al grito de "fuera" y "sinvergüenza".

Agentes de los Mossos d'Esquadra han formado un cordón para que el presidente de la Generalitat pudiese acceder a su coche oficial, tras haberse reunido durante más de una hora con la dirección y el claustro del IES El Palau.

Los responsables del Govern han trasladado al claustro educativo un "mensaje de apoyo" tras la polémica vivida en los últimos meses y les han garantizado que la Generalitat "estará a su lado", según han explicado fuentes del ejecutivo catalán.

Desde Twitter, Torra ha explicado: "He trasladado todo el apoyo del Govern a la dirección y al profesorado del IES El Palau de Sant Andreu de la Barca. Deben poder tirar adelante su proyecto educativo con total tranquilidad y libertad. Los maestros son lo más importante que tenemos en este país".

CHAVISMO

CHAVISMO

El secretario general de la OEA, a Zapatero: "No sea imbécil al hablar de Venezuela"

Viernes 21 de septiembre de 201822:47h
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El dirigente ha acusado al expresidente español de apoyar a la "dictadura venezolana".
El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, ha fijado su polémica verborrea este viernes en la figura del expresidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero. Este volcánico dirigente le aconsejó al socialista que "no sea imbécil" al hablar sobre Venezuela, toda vez que le había acusado de hacer "favores a la dictadura venezolana".
"El señor Zapatero tiene un problema muy grande de comprensión (...) Mi consejo, es un consejo nada más: que no sea imbécil. Es un consejo importante, bueno, creo que le puede hacer mucho bien", desarroló el mandatario de la OEA en una entrevista concedida a la cadena de televisión internacional NTN24 en Washington.
Luis Almagro volvió a atacar y a fijar sus críticas en el expresidente español. No obstante, cree que Zapatero no deja de hacer "favores a la dictadura venezolana". Le llegó a caracterizar como "ministro de Relaciones Exteriores de la dictadura venezolana". "Defender una dictadura como lo ha hecho él, eso sí que es ser un político perimido (obsoleto), arcaico y anacrónico",argumentó la cara visible de la Organización de Estados Americanos.

Las declaraciones de Zapatero que han prendido la mecha en el seno de la OEA


El referente socialista compró, abiertamente, el relato de Nicolás Maduro sobre la creciente crisis venezolana y la intensificación del flujo migratorio de venezolanos por varios países de Latinoamérica. Y lo hizo público el pasado 15 de septiembre, en Brasil. Poniendo en cuestión su labor como mediador en el conflicto y colocándose en la diana de la oposición nacional e internacional al chavismo.
"En la intensificación en el crecimiento en los últimos tiempos de esa emigración a otros países tienen mucho que ver las sanciones económicas impuestas por los Estados Unidos y que han sido respaldadas por algunos gobiernos", declaró, entonces, Zapatero. Exactamente la misma lectura que viene usando el sistema bolivariano desde que Hugo Chávez llegó al poder hace décadas.
Desde esas palabras le han llovido las críticas al español. De hecho ha establecido un cruce de declaraciones con la OEA que ha terminado por caldearse. Almagro señaló la pasada semana, en Colombia, que no descartaba una intervención militar en Venezuela para "derrocar" al presidente Nicolás Maduro. Zapatero fue una de las voces que repelieron con más ferocidad ese planteamiento, ya que lo considera fuera de toda legalidad internacional.

Zapatero ha afeado a Almagro varias veces su gestión al frente de la OEA


El socialista español, que lleva años actuando como mediador en la crisis venezolana, tildó de "insólito" que alguien que dirige un organismo internacional desconozca las reglas básicas de la Carta de las Naciones Unidas. Posteriormente, y ante la presión generalizada, Almagro se vio obligado a matizar estas palabras en las que dejó caer la posibilidad bélica. Aseveró que fueron malinterpretadas y expresó su rechazó a las intervenciones militares en el continente.
Pero de todo este recorrido entre dos interlocutores que opinan sobre la crisis venezolana, lo único que escapa a las opiniones son los datos. La ONU calcula que, hasta junio de este año, al menos unos 2,3 millones de venezolanos han salido de su país por la crisis política, social y económica que atraviesa al país caribeño. Los migrantes, según este estudio, se han dirigido principalmente a Colombia, Ecuador, Perú y Brasil.

jueves, 27 de septiembre de 2018

La sonrisa de Rajoy

LA TERCERA

La sonrisa de Rajoy

«Ha sido, con diferencia, el inquilino de La Moncloa menos egocéntrico. Su vida en estos años ha discurrido dentro de la normalidad de cualquier familia. A diferencia de sus antecesores, no hizo corte y en su residencia presidencial no se jugaba ni al billar, ni al pádel ni al baloncesto. No ha habido editores amigos, ni periodistas de cabecera ni amiguetes a los que ganar con ninguna ventaja. En eso fue ejemplar»


Actualizado:
Mariano Rajoy no merecía terminar su mandato de la forma en que lo ha hecho. Menos mal que la Historia y el paso del tiempo pronto le harán justicia. Sin duda, ha sido un buen presidente del Gobierno de España, y sus rivales saben que él no es un político manchado por la corrupción. No lo es, por más que se haya pretendido argumentar de este modo la incoherente moción de censura que, con un oportunismo poco democrático, presentó el PSOE y apoyó una variopinta oposición, tensando a capricho las reglas y valores del juego parlamentario. El ejercicio de deslealtad constitucional causa escándalo, sobre todo al legitimar el apoyo de los proetarras y de los golpistas catalanes. Recurriremos a las hemerotecas para estudiar este capítulo de nuestro acontecer presente, y me temo que no será para bien. Sánchez está dispuesto a labrarse una biografía política a base de dudosos récords, como el de aquel resultado de las elecciones de 2015.
Volvamos a Rajoy. Su marcha es injusta, y no pasará mucho tiempo sin que lo echemos de menos. No me detendré aquí en explicar los espurios motivos por los que una derecha pija y otra tonta le negaron el pan y la sal durante tantos años, sobre todo desde que se afianzó en el Congreso de Valencia de 2008. En la inmensa mayoría de los casos, la inquina solo albergaba intereses personales. Y ahí radica uno de los puntos fuertes del hasta ayer presidente: nunca tuvo intereses personales, más allá de su ambición política. Por eso les ganó siempre y por eso pudo mantenerse firme ante las presiones de empresarios y directivos en general, de compañías eléctricas, banqueros, medios de comunicación y demás actores que clamaban durante todo 2012 por un rescate económico. Hoy sabemos que hubiese mitigado los agobios de aquel poderoso coro, aunque se hubiese hundido España.
Tiene razón Mariano Rajoy cuando asegura que deja una España mejor de la que encontró. Añadiría algo más: en sus siete años de Gobierno, no creó ningún problema nuevo a la sociedad. Más allá de plazos o intensidades, la cuestión catalana no la inventó él. El movimiento antidemocrático y golpista venía siendo cebado desde 40 años atrás por una equivocada ley electoral y por la incomprensible falta de acuerdo de los dos grandes partidos en torno a cuestiones esenciales. Al presidente solo le correspondió no ceder ni un ápice más de lo que ya habían hecho sus antecesores en La Moncloa y, de manera muy especial, Zapatero, que avivó innecesariamente ese volcán separatista.
No lo tuvo fácil el líder del centro-derecha español. Heredó un país en quiebra económica, desmoralizado, con una parte de la población clamando venganza y con un sistema mediático hostil, como no se recuerda en el devenir reciente de la democracia española, a cuyo statu quo colaboraron como pocos él y sus más próximos. A todo ello cabe añadir los complejos e intensos días de la abdicación del Rey Juan Carlos y la llegada al trono de su hijo, Felipe VI. Hubo de navegar en medio de toda esa tormenta.
Su vocación política le ha permitido protagonizar una de las carreras más solventes y dilatadas desde que en 1977 se celebrasen las primeras elecciones libres. Nadie puede poner en duda su acusado sentido del servicio público, desde su primera etapa municipal, donde fue concejal y presidente de la Diputación, siendo ya un joven registrador de la propiedad. Empleo que, por cierto, le hubiese dado más réditos salariales que su dedicación a la política.
Mariano Rajoy lo ha sido todo: concejal, presidente de Diputación, parlamentario autonómico, vicepresidente de la Xunta, diputado en el Congreso, ministro de Administraciones Públicas, Educación y Cultura, Interior, vicepresidente y presidente del Gobierno; pocas hojas de dedicación a la sociedad española como esta. Por eso estoy convencido de que la Historia le será favorable, y a no mucho tardar, insisto.
Entre las virtudes que siempre aprecié de Rajoy, destaco su escasa vanidad. Ha sido, con diferencia, el inquilino de La Moncloa menos egocéntrico. Su vida en estos años ha discurrido dentro de la normalidad de cualquier familia. A diferencia de sus antecesores, no hizo corte y en su residencia presidencial no se jugaba ni al billar, ni al pádel ni al baloncesto. No ha habido editores amigos, ni periodistas de cabecera ni amiguetes a los que ganar con ninguna ventaja. En eso fue ejemplar.
¿Cometió errores? Claro que sí, como todo ser humano. Pero no precisamente los que sus encarnizados enemigos políticos -sobre todo los de su entorno ideológico- le apuntaban. Rajoy despreció a los medios de comunicación. Pensaba que había llegado a gobernar a pesar de las televisiones, cosa que es cierta, pero erró creyendo que podía dirigir el país sin parte del sistema mediático a favor. En una sociedad como la española, donde la gente no pasa el rato precisamente leyendo a Proust sino sentados cuatro horas diarias ante el televisor, no puedes desdeñar ese frente. Dejo para otro momento todas las perversiones empresariales y personales que en esa área se dieron durante todo este tiempo.
Se equivocó también al formar un gobierno de funcionarios. Un partido de centro derecha no puede prescindir en la mesa del Consejo de Ministros de algún empresario relevante, algún intelectual… más sociedad civil. Finalmente, ese ambiente y contenido tecnócratas de su Ejecutivo debieron haber sido enriquecidos con más ideología liberal, más Popper y menos Montoro.
El poder, cualquier forma de poder, hasta el logrado de la manera más democrática, es siempre un privilegio. Lo escribió en su día Gregorio Marañón. Rajoy tuvo el privilegio y el honor, como él dice, de gobernar España. Sufrió más de lo habitual, pero demostró siempre entereza de ánimo y una enorme dignidad, incluso en esta salida, que me temo que no augura nada bueno para el país. Y lo hizo con una sonrisa. Como en su día James Callaghan, cuando allá por 1979 tuvo que abandonar su puesto de premier de Gran Bretaña por un solo voto; y procedió sonriendo, sin un reproche. Es la misma sonrisa de Rajoy, quien sabe, además, que su marcha es injusta y esconde una perversión del actual modelo democrático.
Y un último corolario: cuando se juega a romper la derecha, acaba gobernando la izquierda.

Bieito Rubido es director de ABC

Además, el 73,3% de los encuestados está en contra de que los políticos presos tras el referéndum ilegal salgan de prisión.

El 72,8% cree que Cataluña no se separará de España

Además, el 73,3% de los encuestados está en contra de que los políticos presos tras el referéndum ilegal salgan de prisión.

  • La independencia de Cataluña es una cuestión que preocupa realmente a los españoles
    La independencia de Cataluña es una cuestión que preocupa realmente a los españoles

Madrid.
Tiempo de lectura 2 min.
26 de septiembre de 2018. 23:52h
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El Barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) del pasado mes de septiembre, reflejó un claro aumento de la preocupación por la independencia de Cataluña. En concreto, la inquietud por los soberanistas catalanes escaló hasta el sexto puesto de los problemas nacionales y las menciones a la independencia aumentaron hasta el 13% el pasado mes. Por razones obvias, se trata de un problema que preocupa, y cada vez más, a muchos ciudadanos de nuestro país. Parece lógico que los españoles quieran saber finalmente qué pasará con Cataluña y más cuando Puigdemont afirmó hace varios días que podrán ser independientes dentro de, aproximadamente, 30 años. Unas declaraciones que el 72,8% de los encuestados por NC Report para LA RAZÓN no creen que se correspondan con la realidad. Pese a las continuas presiones de los nacionalistas por tratar de concretar una independencia que es totalmente inviable, el 68,3% de los encuestados no considera que la separación de Cataluña esté cada día más cerca de concretarse. Por parte del Govern, una de las reivindicaciones más populares es la liberación de los presos políticos por el referéndum ilegal celebrado el 1 de octubre de 2017, ante lo que el 73,3% de los españoles cree que no deberían salir de prisión. Finalmente, el concierto económico de Cataluña con el Estado es también un motivo de polémica. A pesar de que Cataluña tuvo en dos ocasiones la oportunidad de plantear un sistema de financiación similar al vasco, en ambas se concluyó que esa propuesta no era viable. Actualmente, el 51,5% de los encuestados piensa que Cataluña no debería tener un régimen fiscal similar al vasco.

miércoles, 26 de septiembre de 2018

Manuel Valls apuesta por una Barcelona "abierta, global y bilingüe"

MUNICIPALES 2019

Manuel Valls apuesta por una Barcelona "abierta, global y bilingüe"

Miércoles 26 de septiembre de 201815:27h
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Frente a la "capital imaginaria de una república imaginaria" y "cerrada" del independentismo.
El ex primer ministro francés y candidato a la alcaldía barcelonesa Manuel Valls ha esgrimido su voluntad de hacer de Barcelona una ciudad "abierta, global y bilingüe", también reivindicando su catalanismo, frente a la "capital imaginaria de una república imaginaria" y "cerrada" del independentismo.
Valls ha protagonizado hoy una rueda de prensa en Barcelona en la que ha desgranado los primeros detalles de su plataforma Barcelona, capital europea, que promueve para las municipales de 2019 y que presentará el próximo mes de noviembre en un gran acto.
Una comparecencia ante multitud de medios de comunicación en la que ha estado también presente el debate sobre la independencia en Cataluña, cuestión respecto a la que Valls ha dejado claro que él no quiere ser "agresivo", sino "moderado", porque "Barcelona pide moderación".
"Podemos hablar del 'procés' y del independentismo, que son cosas muy serias, de forma civilizada, sin insultos, respetando la opinión de todos, de la mayoría y el espacio público", ha señalado.
"El proceso independentista ha intentado poner a Barcelona en una encrucijada de incertidumbres y no se puede resolver desde el Ayuntamiento ejerciendo una equidistancia forzada, sino que se deben tener ideas muy claras", ha subrayado después en una crítica velada al papel de la alcaldesa Ada Colau y los comunes en el conflicto soberanista.
Valls ha alertado de que las primeras consecuencias del proceso independentista han sido la "huida de miles de empresas, pérdida de imagen en el extranjero, de peso de económico y de puestos de trabajo", así como eventos e inversiones en peligro.

La ciudad, ha dicho, "sólo puede ser gobernada pensando en ella misma", y ha agregado: "Me parece que primero debemos responder a los problemas de los barceloneses. La prioridad es Barcelona, Barcelona y Barcelona".

Valls ha contrapuesto "la idea de que Barcelona sea capital imaginaria de una república imaginaria" a la "gran ciudad abierta, global, con una marca internacional increíble, una ciudad en la que el bilingüismo debe ser fuerza y no problema, donde hay tantos otros idiomas, turistas, gente que viene para invertir; una ciudad que habla al Mediterráneo, que habla a Europa".

Para el alcaldable, Barcelona "tiene la suerte de poder hablar al mundo a través del castellano, a 500 millones de personas", en paralelo con "su identidad catalana y su catalanismo cultural, en un sentido abierto de la palabra", y dirigiéndose a "todos los que se sienten catalanistas" ha recordado la tradición catalanista en su propia familia.

Valls ha rechazado las "trincheras entre ricos y pobres o entre los que hablan catalán o castellano", ya que ha opinado que, cuando Eduardo Mendoza o Javier Cercas "escriben en español, lo hacen como catalanes y barceloneses a todo el mundo", lo que para él supone "una fuerza increíble".

Es por ello que ha avisado a los partidos independentistas de que, "si quieren hacer de Barcelona solo un debate sobre la independencia", él les repetirá, "con moderación, sin insultar a nadie, con argumentos", que su intención es "hablar de respeto, democracia, Estado de derecho y separación de poderes, valores inscritos en la Constitución y el Estatut".

"¿Qué queremos? ¿Una Barcelona cerrada, replegada, perdiendo fuerza? ¿O que mire al futuro con ilusión y optimismo?", ha señalado, ironizando con que los propios dirigentes independentistas consideraron en su momento "extraordinario" que "un niño de Horta llegara a ser ministro de Francia".

Y ha rememorado cómo, en enero de 2015, tras los atentados de Charlie Hebdo en París, la manifestación en la capital francesa unió a Mariano Rajoy, Pedro Sánchez, Artur Mas, Ramon Espadaler o Xavier Trias. "Eso lo que me gusta a mí", ha aseverado.