Moción exprés, la jugarreta de Rajoy
Lunes 28 de mayo de 2018, 13:44h
En el tiempo mínimo que exige la normativa parlamentaria, la Mesa del Congreso ha acordado que la moción de censura presentada el pasado viernes por el PSOE contra el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y que busca investir al secretario general socialista, Pedro Sánchez, como nuevo presidente, se debatirá el jueves y el viernes de esta semana, según ha acordado la presidenta del Congreso, Ana Pastor, con el candidato. Con esta treta el presidente del Gobierno limita el tiempo con el que cuentan los socialistas para llegar a acuerdos con los grupos parlamentarios.
El secretario general del PSOE ha aceptado la fecha y ha declarado que será una "oportunidad para acabar con la situación de deterioro de nuestras instituciones para mejorar la calidad democrática y abrir un nuevo tiempo". Quizás no se ha percatado Pedro Sánchez de la treta urdida por Rajoy, pues de momento los socialistas no cuentan con los apoyos necesarios para que prospere la moción de censura y se antoja difícil que antes del jueves puedan llegar a acuerdos con otros grupos parlamentarios.
Como comentábamos en nuestro último editorial, solo Podemos votará a favor sin condiciones. Ciudadanos ya ha confirmado que no está dispuesto a apoyar a Pedro Sánchez como presidente del Gobierno aliado con Pablo Iglesias. Y los separatistas exigen unas condiciones que ni el propio secretario general del PSOE puede aceptar. Aunque también es verdad que con tal de echar a Rajoy podrían apoyar la moción. El PNV, por su parte, está deseando que se aprueben los Presupuestos Generales del Estado que tanto les beneficiarán, pero que se bloquearían si prosperara la moción de censura. Los nacionalistas vascos, en cualquier caso, vuelven a ser los árbitros de la situación.
Pedro Sánchez, si quiere asegurarse el éxito de su moción de censura, tendría que pactar con Ciudadanos en nombrar a un “presidente instrumental” para que convocara elecciones inmediatamente. Pablo Iglesias ya ha anunciado que se uniría a esta propuesta. Y así, el Gobierno del PP sería desbancado. Las otras combinaciones posibles de Pedro Sánchez requieren el nefasto apoyo de los separatistas y supondrían lanzar una moneda al aire con el riesgo más que evidente de salir de nuevo derrotado estrepitosamente por Rajoy, que ha vuelto a sacarse un as de la manga con esta moción exprés. Mientras España se asoma al abismo institucional, los dirigentes políticos practican el trilerismo con sus intereses partidistas.
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