viernes, 25 de mayo de 2018

El Grupo Ávila denuncia el fraude electoral vivido en Venezuela

El Grupo Ávila denuncia el fraude electoral vivido en Venezuela

(Foto: Efe)
Miércoles 23 de mayo de 201819:11h
El Grupo Ávila se une a la mayoría de voces, no sólo en Venezuela sino en la comunidad internacional, que manifiestan su enérgico rechazo y repudian la manera como se llevó adelante un proceso electoral fraudulento, cuyo único propósito era mantener en el poder a un gobierno que ha acentuado la crisis social e incrementado los niveles de pobreza, mientras ya son millones los venezolanos que salen del país buscando asentarse en algún lugar en el que puedan, simplemente, satisfacer sus necesidades básicas.
El proceso comicial del domingo 20 de mayo de 2018, catalogado de fraudulento por un número relevante de actores y personalidades, fue convocado por una instancia que no sólo no es competente para ello, sino que carece de legitimidad al estar su origen en entredicho, como es la Asamblea Nacional Constituyente. El proceso se dio con candidatos inhabilitados, exiliados o detenidos; partidos políticos ilegalizados; una manifiesta y abierta censura de prensa y un cronograma indefinido.
Frente a la opinión mayoritaria de actores nacionales e internacionales, el Grupo Ávila entre ellos, que pidieron una y otra vez que se pospusieran las elecciones para garantizar que se diera una elección con pulcritud, el Consejo Nacional Electoral las llevó adelante, rodeándose de un grupo de acompañantes de dudosa independencia y reputación y misiones de observación totalmente parcializadas a favor del gobierno y cónsonas con sus procederes.
Pese a que el Consejo Nacional Electoral y la Fuerza Armada Nacional se habían comprometido a velar por un proceso transparente, la jornada estuvo plagada de irregularidades que van desde la proliferación de puntos rojos (kioscos en los que se hace proselitismo político y se ejerce control a través de dádivas y coacción) a las puertas de los centros electorales, hasta llamados públicos a los empleados oficiales, pensionados y receptores de ayuda social para que fueran a votar, so pena de perder los beneficios.
El récord de abstención registrado en el ejercicio electoral del pasado domingo debe ser interpretada como el evidente rechazo de una gran parte de la ciudadanía al régimen, al considerar que dicho ejercicio, lejos de constituir una elección libre y democrática, no era más que una acción gubernamental destinada a recuperar alguna legitimidad. En ese sentido, acogemos la reciente decisión de la Asamblea Nacional, como legítima representación de la voluntad
popular, al hacer un llamado a los diferentes sectores de la oposición a unir esfuerzos en la construcción de una estrategia unitaria que promueva la recuperación del ejercicio de la democracia.
La presidenta del Consejo Nacional Electoral leyó unos resultados que según los analistas independientes, grupos académicos y medios de comunicación no se corresponden con la realidad. Cerrada la jornada, la comunidad internacional reaccionó condenando lo ocurrido. Lo mismo hizo la alianza opositora que declaró no reconocer los resultados. Tal sería el abuso de poder cometido y la maquinaria del Estado abiertamente al servicio del candidato que aspiraba ser reelecto, que el aspirante Henri Falcón desconoció los resultados y el candidato Javier Bertucci llamó a través de las redes sociales a que se repitan las elecciones con otras condiciones.
El Grupo Ávila, de la manera más responsable y enfática, no reconoce los resultados electorales y llama a una verdadera unidad nacional para que en el marco de la constitución se logre una transición pacífica y democrática. Igualmente exhortamos a la comunidad internacional para que incremente, a través de sanciones personales y del debate en los organismos multilaterales, la presión para que el gobierno se vea en la necesidad de dar paso a una visión que permita el surgimiento de una nueva Venezuela.

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