Joan Planes.
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Hace 14 horas
Seis de los nueve políticos independentistas catalanes serán trasladados entre hoy, mañana y el jueves a cárceles catalanas. Se trata del ex vicepresidente de la Generalitat Oriol Junqueras, el ex consejero de Asuntos Exteriores Raül Romeva, el ex líder de Òmnium Cultural Jordi Cuixart, y el ex presidente de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) Jordi Sànchez, que anoche ya estaban reagrupados en la prisión de Valdemoro (Madrid) para viajar hoy a Zaragoza y desde allí a Cataluña, donde llegarán mañana.
Las dos restantes son la ex consejera de Trabajo Dolors Bassa y la ex presidenta del Parlament Carme Forcadell. Todos están procesados por rebelión, a la espera de un juicio que presumiblemente se celebrará después de la municipales de mayo. El «gesto» se produce una semana antes de que Torra acuda a Moncloa para reunirse con Sánchez.
Las dos restantes son la ex consejera de Trabajo Dolors Bassa y la ex presidenta del Parlament Carme Forcadell. Todos están procesados por rebelión, a la espera de un juicio que presumiblemente se celebrará después de la municipales de mayo. El «gesto» se produce una semana antes de que Torra acuda a Moncloa para reunirse con Sánchez.
El Gobierno ha dicho que quiere abrir una etapa de «distensión» con los soberanistas que aseguran que el acercamiento de los «políticos presos» no es suficiente y piden su excarcelación dentro de la hoja de ruta que presentarán en Madrid.
Entre reacciones de todo tipo, como las contrarias de PP y C's, y las favorables de PSOE y Podemos, los seis internos se distribuirán en dos cárceles, las más modernas de Cataluña. Junqueras, Romeva, Cuixart y Sánchez ingresarán en la prisión de Lledoners, a 70 kilómetros de Barcelona. Forcadell y Bassa irán al centro de Puig de les Basses, en Gerona.
La Generalitat tiene competencias en servicios penitenciarios, pero hasta un límite. Puede clausurar una cárcel, pero no intervenir en el régimen interno de los presos. Fuentes de la consejería de Justicia explicaron que el único beneficio de este traslado será que los políticos presos estarán más cerca de sus respectivas familias y que podrán estar un poco más de tiempo y con más frecuencia con sus hijos, los que no lleguen hasta los diez años, igual que los 6.172 presos ordinarios que hay en Cataluña.
En Estremera y Soto del Real podían ver a los hijos pequeños durante tres horas al trimestre, mientras que ahora podrán tener una comunicación mensual de hora y media.
Por lo demás, su día a día será idéntico al de las prisiones en las que estaban ingresados hasta ahora, con el mismo régimen para acceder el patio o cualquier otra actividad, y también con las mismas horas en la celda.
En relación con las comunicaciones en locutorio, o a través de un cristal con familiares, amigos o cualquier tipo de visitante, dispondrán de 40 minutos a la semana, que se pueden distribuir en dos encuentros de 20 minutos, sábado y domingo, o en uno.
Fuentes penitenciarias añadieron que, en contacto con las familias, se tuvieron en cuenta las solicitudes de los internos, tal y como sucede con el resto de presos, por el principio de igualdad. Finalmente, se valoró que estuvieran en el mismo centro, para facilitar el contacto con sus abogados. Falta por ver lo que sucederá con los ex consejeros Jordi Turull, Josep Rull y Joaquim Forn, aunque simplemente se trata de acordar una fecha de traslado, un mérito trámite.
Otra incógnita será el recibimiento que tendrán en las cárceles catalanas por parte de partidos, entidades y organizaciones independentistas. Por parte de las formaciones políticas, PDeCat y ERC, ayer no estaba previsto ningún tipo de movilización, aunque la decisión podría cambiar en las próximas horas o días.
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