Susana Campos. Madrid.
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Hace 2 horas
Los últimos informes sobre la entrada de inmigrantes irregulares lo dejan claro: España está desbordada aante la llegada de embarcaciones a nuestras costas. Según los datos provisionales publicados por el Ministerio del Interior, entre el 1 de enero y el 15 de junio de 2018 han arribado a las costas españolas un total de 10.746 personas a bordo de 463 embarcaciones, es decir el doble que en el mismo periodo del año pasado cuando desembarcaron por vía marítima un total de 5.369 en 243 pateras. Unas cifras preocupantes que auguran que España podría vivir otra crisis como la de «los cayucos» de 2006, cuando entraron un total de 39.180 personas de manera ilegal, a través de las Islas Canarias, principalmente. A día de hoy, si sumamos la entradas por vía marítima y terrestre, según Interior, entraron en nuestras fronteras de manera irregular un total de 13.442 personas. Es decir, estamos sufriendo la mayor presión migratoria desde 2008, cuando llegaron por mar 13.424 personas ilegalmente. Almería, Málaga o Tarifa están recibiendo la mayor presión migratoria. Sólo en la jornada de ayer efectivos de Salvamento Marítimo y de la Guardia Civil rescataron un total de 700 personas, entre ellas varias mujeres, en aguas del Estrecho de Gibraltar y Alborán, a los que hay que añadir las casi mil que fueron rescatadas este fin de semana, con lo que ya superan los 3.000 quienes han desembarcado en los puertos de Valencia, Cádiz, Almería, Málaga y Granada en los últimos 15 días, según Efe. Es decir, fuera de los focos y el ruido mediático, en sólo dos semanas llegaron cinco «Aquarius» a las costas andaluzas, principalmente, mientras la situación en el Mediterráneo central continúa agravándose, ya que más de 300 personas aguardan desde hace días en los buques «Lifeline» y «Alexander Maersk» poder desembarcar en un puerto seguro.
«En Ceuta, la situación es normal, como todos los años», asegura a LA RAZÓN, Clemen Núñez, el director local de Salud y Socorro de Cruz Roja, «quienes están desbordados son los centros en Tarifa, Málaga y Almería, que están usando polideportivos porque ya no tienen sitio», asegura. Sin embargo, insiste en que esa aparente calma en Ceuta podría romperse en caso de que el Gobierno decida quitar las concertinas.
Marroquíes, argelinos y subsaharianos son las nacionalidades de quienes transitan la ruta del Mediterráneo Occidental. Este flujo migratorio estaba en desuso pero, el cierre de otras vías como la del Grecia e Italia, así como el aumento de los inmigrantes económicos y climáticos, han hecho que la frontera sur de España vuelva a ser la preferida por las mafias para llegar a Europa.
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