miércoles, 27 de junio de 2018

Las víctimas del terrorismo exigen que la nueva política penitenciaria no priorice a los verdugos por encima de ellas, y que no se olviden de que hay más de 300 crímenes todavía sin resolver y los etarras en prisión aún no han colaborado con la Justicia.

Las víctimas: «No podemos ser el pago a los nacionalistas»

  • Las víctimas: «No podemos ser el pago a los nacionalistas»

Madrid.
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Las víctimas del terrorismo exigen que la nueva política penitenciaria no priorice a los verdugos por encima de ellas, y que no se olviden de que hay más de 300 crímenes todavía sin resolver y los etarras en prisión aún no han colaborado con la Justicia.
María Ángeles Alemán, viuda de Felipe Caparrós, uno de las víctimas del atentado de Hipercor y de uno de los etarras que cumple beneficios penitenciarios, acogido a la vía Nanclares, Caride Simón, no quiere que los terroristas se muevan de donde están. «Si a sus familias les cuesta mucho vivir sin ellos, me da igual. Yo ya no tengo a mi marido», y asegura que «Sánchez no es nadie para escoger y venderse de esta manera por un pago a los nacionalistas». Alemán pide que cumplan íntegramente sus penas «y se pudran en la cárcel sin ningún privilegio» que dice que no es más que una excusa para salir de prisión. «No me creo nada ni quiero el perdón de ninguno porque no es real». Caparrós tenía dos hijos, una de 11 años y otro de 15 meses, cuando estalló la bomba en Hipercor. «A mis hijos les quitaron el poder disfrutar de su padre, ¿y eso quién lo arregla?», dice, y le duele que «tengamos que cuidar de las familias de los terroristas porque tienen que viajar a verlos, pero nadie se ha ocupado de nosotros».
Rosa Peláez, otra víctima del atentado de Hipercor que salvó su vida de aquella masacre asegura que si «Sánchez se ha preguntado cómo se va a trasladar la familia de quien ha sido asesinado o si esto le importa».
Peláez se entrevistó en su día con el etarra Caride Simón dentro del plan de «resocialización» con los presos que se acogieron a la vía Nanclares y recuerda que le preguntó «qué había hecho yo para que me rompiera la vida», indica. Dice que desde entonces nada ha sido igual y que ya no sabe ni comprar y no puede ir al Hipercor como hacía antes. Considera que Sánchez «se ha metido en La Moncloa para hacer todo esto», y que en medio de promesas «sólo quiere el poder».
Por su parte, la eurodiputada del PP Teresa Jiménez-Becerril, hermana del asesinado por ETA Alberto Jiménez-Becerril, reclamó ayer al presidente del Gobierno que no regale a los presos de la banda «privilegios que no merecen». Tras conocer el anuncio de Sánchez en Berlín respecto al posible acercamiento al País Vasco de presos de la banda terrorista, la eurodiputada popular afirmó que «lo que los españoles esperan de un presidente es que sea capaz de exigirle a ETA que resuelva los casi 400 crímenes que siguen sin ser resueltos y no regalarles unos privilegios a los terroristas que no merecen». «Hace falta tener más empatía con los terroristas que con sus víctimas para tomar esa innecesaria e injusta medida que no le reclama la sociedad española y hacerlo sin pedirle a los terroristas ninguna colaboración».
Maite Pagazaurtundua, hermana de Joseba Pagaza, asesinado por ETA, exigió a Urkullu que su «nueva política» priorice a las víctimas del terrorismo «sobre los agresores».

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