VERANO

Más de la mitad de los menores ahogados el año pasado murieron en piscinas

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(Foto: EFE)

EL IMPARCIAL

Viernes 22 de junio de 2018, 15:06h

Fue el año con mayor incidencia de la última década, con 542 fallecidos.

El año pasado resultó trágico en número de muertes por ahogamiento en espacios acuáticos en España. Fue el año con una mayor incidencia de la última década, con 542 fallecidos, lo que supone un incremento del 17% respecto a la tendencia mantenida en los años anteriores. Esta cifra se produjo, entre otras razones, debido a una meteorología especialmente benigna que amplió considerablemente el periodo de baño. Este factor, junto con el alivio de la crisis y una mayor la afluencia de turistas extranjeros propició que el ocio acuático fuese mayor.

De estas 542 muertes 32 fallecidos fueron menores, 5 de ellos niñas y el resto, chicos. La franja de edad con el mayor número de fallecidos fue de 0 a 4 años de edad con 15 fallecimientos, seguida por la franja pre-adolescente (10-14 años) con 9 muertes. Las horas de la tarde (16 a 20 horas) concentraron la mitad de los fallecimientos de menores en espacios acuáticos.

Un 53% de estas muertes ocurrió en piscinas, un 15% en playas y el 32% restante en distintas localizaciones como puertos, ríos, embalses… Hasta en un 58% de las muertes ocurridas en piscinas, el fallecimiento fue debido a un descuido en la vigilancia.

Siguiendo la tónica habitual de los últimos años las comunidades que concentraron un mayor número de menores fallecidos en espacios acuáticos fueron Cataluña y Valencia con 7 decesos cada una, seguida por Andalucía con 6 fallecimientos.

Este año se han contabilizado cinco muertes de menores en espacios acuáticos en los primeros 5 meses del año. Las muertes han tenido lugar en Andalucía (Cádiz, Córdoba y Sevilla), en la Comunidad Valenciana (Castellón) y en Las Islas Canarias (Gran Canaria). Los cinco menores tenían edades comprendidas entre los 11 y 17 años y murieron en distintas localizaciones (playa, cascada, pantano, río y playa, respectivamente).

Es tarea de todos conseguir que estas cifras disminuyan. Por ello Abrisud, la empresa líder en cubiertas de piscina, ha creado junto a la Escuela Segoviana de Socorrismo la VIII Campaña de Seguridad Infantil en la piscina, un decálogo para que los más pequeños tengan en cuenta las recomendaciones para disfrutar del baño con seguridad. Para ello se ha creado un póster que presume la voz de un niño que repasa las normas elementales para tener un baño más seguro.

No debemos olvidar que un menor puede ahogarse con tan solo 20 centímetros de agua, en menos de dos minutos, por lo que es recomendable recordar estas pautas antes de cada inmersión.

'No te juegues el cuello'

Otro de los peligros del verano son las zambullidas en zonas acuáticas cuya profundicad se desconoce. El Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo ha puesto en marcha la campaña 'No te juegues el cuello' para prevenir las lesiones medulares provocadas por una mala zambullida en verano.

El eslogan elegido este año hace hincapié tanto en la invitación a la prudencia a la hora de saltar al agua, para evitar este tipo de lesiones, como en la gravedad de una lesión cervical, la más común de la lesión medular por zambullidas, que genera una tetraplejia, según ha informado la Consejería de Sanidad en un comunicado.

Si la lesión es completa supone, desde el punto en que se produce la lesión, la interrupción de mensajes de ida y vuelta del cerebro al resto del cuerpo a través de la médula espinal, lo que se traduce en falta de movilidad y de sensibilidad.

Los profesionales de Parapléjicos recuerdan la importancia de conocer la profundidad de una piscina, un río o el mar, sobre todo en relación con la altura desde la que uno se lanza y, en todo caso, el bañista ha de zambullirse con los brazos situados en prolongación del cuerpo, protegiendo así el cuello y la cabeza.

Si el agua está turbia y no hay visibilidad conviene inspeccionar previamente la zona para comprobar su profundidad y que no haya elementos sumergidos como rocas, árboles u otros objetos contra los que se puede impactar. En lugares como ríos, lagos, playas o embalses los niveles del agua pueden variar de un día para otro por las mareas, aperturas o cierres de compuertas, por lo que es conveniente comprobar siempre la profundidad.

Además, otra recomendación es no saltar de cabeza desde demasiada altura, pues una mala técnica de entrada puede causar lesiones tan solo por el golpe contra el agua. En el mar, si el bañista se lanza de cabeza contra las olas debe comprobar que la profundidad después de la ola es suficiente y, en cualquier caso, solo es aconsejable zambullirse cuando la seguridad sea completa.

Por otra parte, en caso de que se produzca un accidente, y ante la necesidad de la recogida y manipulación de la víctima, Parapléjicos ha señalado que es muy importante inmovilizar el cuello, evitar movimientos de la columna y avisar a un profesional para que realice el traslado, así como que no se debe transportar al lesionado en un vehículo utilitario.